EL CANJE DE LOS BONOS DEL BANCO POPULAR.

En 2009 Banco Popular emitió 700 millones de euros en bonos convertibles en acciones como método para sufragar las necesidades de capital de aquel momento. Esa emisión coindice en el tiempo con la comercialización masiva que otras entidades financieras hicieron de participaciones preferentes. Pero la complejidad del producto diseñado por Banco Popular y las dificultades financieras por la que desde entonces ha atravesado la entidad ha transformado a é ste en uno de los productos de inversión con mayores pérdidas de los comercializados por la banca española.

Ya está aquí el 25 noviembre de 2015 y tal y como había advertido el Banco Popular no ha habido solución salomónica como en 2012 para evitar que los clientes que compraron sus bonos convertibles en 2009 eviten perder casi la totalidad de su dinero. En esta fecha la deuda comprada por los clientes pasará a ser acciones de la entidad financiera, perdiendo de media un 35% del capital invertido (y eso teniendo en cuenta los intereses percibidos).

Un año antes del vencimiento, en 2012, y ante las cuantiosas pérdidas del producto se propuso a cambiar sus bonos por otros que retrasasen la conversión en acciones hasta el 25 de noviembre de 2015. Parecía tiempo suficiente para que la economía se recuperase. Pero ha llegado el día y pese a que la situación económica se ha recuperado algo, no lo ha hecho la cotización de la entidad. Las pérdidas se derivan de que el precio de conversión de la acción está fijado en 17,69 euros, cuando su cotización actual no llega a los 3,38 euros.

Se calcula que alrededor del 30% de los afectados ha iniciado acciones legales contra el banco. Gracias a los más avezados, las primeras sentencias sobre convertibles de Banco Popular han empezado a conocerse en los últimos meses. En base a esta experiencia en los tribunales ya es posible detectar cuáles fueron las principales debilidades del Banco Popular en la colocación de estos productos y son los siguientes:

– Errores de contratación por falta de información: En 2009, cuando se vendieron los primeros bonos convertibles de Banco Popular ya estaba en vigor la directiva europea MiFID que obligaba a las entidades financieras a informar a sus clientes de los riesgos de los productos además de hacerles un test para comprobar si son o no aptos para asumir ese riesgo. Lo que se ha detectado es que hay casos en los que el banco ni siquiera puede probar que hiciera el test de idoneidad obligatorio. En otros casos, aunque lo hizo, queda invalidado, tal y como recoge un informe de la CNMV de 9 de octubre de 2012 que refleja que las preguntas del test no habían sido correctamente efectuadas.

– Perfil muy conservador: Otra debilidad que juega muy en contra de Banco Popular de cara a su defensa ante los tribunales es el perfil de los clientes de este producto. La mayoría son financieramente muy conservadores y con muy poca cultura inversora, en línea con los afectados de las participaciones preferentes.

– La complejidad del producto. La jurisprudencia está calificando la información facilitada por Banco Popular de “farragosa y difícil de interpretar”. Aseguran que su comprensión puede resultar difícil para personas ajenas al mundo financiero, y a los productos complejos.

– Falta de transparencia: En 2012, Banco Popular propuso a sus clientes la ampliación de plazo de conversión obligatoria de sus bonos convertibles para evitar las cuantiosas pérdidas, pero también en aquel trámite faltó transparencia.

– El sentir judicial: La sensibilidad y los conocimientos de los jueces ante los abusos bancarios están a años luz de la que había cuando comenzaron a llegar a los tribunales las primeras demandas de Valores Santander. Todo apunta a que, en este caso, Banco Popular no podrá hacer lo mismo. Casi sin estallar el problema ya hay demandas en su contra y en estos seis años los jueces tienen una vastísima formación en abusos financieros.

Si tiene bonos del Banco Popular y quiere reclamar, llámenos.

María Romero Valiña

MRV Abogados

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