El pasado 3 de febrero el Tribunal Supremo ha dictado una de las mayores sentencias en contra de una entidad financiera por venta de productos a clientes de banca privada. El Banco Santander ha sido condenado a devolver 1,27 millones de euros a tres clientes por su inversión en el producto estructurado Tridente. La justificación de tal decisión ha sido la ausencia de conocimiento real de los riesgos a la hora de contratar, dado que la información ofrecida no fue suficiente, por lo que la representación mental que el cliente se hacía de lo que contrataba era equivocada. Ello supone la nulidad de los contratos.
Los estructurados son un producto popular entre los clientes de banca privada. Ofrecen una combinación de seguridad con potenciales rentabilidades muy altas, salvo cuando se cumplen una serie de condiciones, tal y como ocurrió con el producto Tridente ofertado por el banco Santander.
Atendiendo a la aludida sentencia, se abre la puerta a otras reclamaciones que perdieron su dinero por este producto o por otro similar. Si tiene cualquier duda al respecto, póngase en contacto con nosotros.
María Romero Valiña
MRV Abogados